El cine ruso ha dado un paso sin precedentes con "Visov" ("Вызов"), que se traduce como "El desafío", dirigida por Klim Shipenko. Estrenada el 12 de abril de 2023 en los cines de Rusia, esta película marca un antes y un después al ser el primer largometraje de ficción rodado en el espacio. En un momento donde las tensiones diplomáticas y las rivalidades espaciales entre Moscú y Washington evocan los ecos de la Guerra Fría, Rusia se adelanta a un proyecto similar encabezado por Estados Unidos y Tom Cruise.
La historia nos presenta a Zhenya, una cirujana interpretada por la destacada actriz Yulia Peresild. Zhenya se ve abruptamente inmersa en una misión casi imposible: viajar a la Estación Espacial Internacional (ISS) para realizar una cirugía cardíaca a un cosmonauta que no puede regresar a la Tierra para recibir tratamiento. Este cosmonauta es interpretado por el propio Oleg Novitskiy, un astronauta real, lo que añade una capa extra de autenticidad a la narrativa.
Para hacer realidad este proyecto, la actriz y el director fueron enviados al espacio en octubre de 2021 durante 12 días. Esta hazaña no solo es un logro cinematográfico sino también un motivo de orgullo nacional. El presidente Vladimir Putin se mostró entusiasta durante el estreno, afirmando: "Somos los primeros en haber rodado un largometraje de ficción a bordo de una nave en órbita, nuevamente, los primeros". Esta declaración rememora el histórico logro de Rusia al enviar al primer hombre al espacio en 1961.
"El desafío" es una producción conjunta del estudio Yellow, Black and White y Channel One Russia, una cadena de televisión estatal, en colaboración con la agencia espacial rusa, Roscosmos. El propósito declarado de la película es "popularizar las actividades espaciales de Rusia y glorificar la profesión de cosmonauta", y ciertamente lo consigue a través de su narrativa y realización.
Las escenas grabadas en los 230 metros cúbicos del módulo ruso de la ISS, junto con la participación de tres cosmonautas profesionales rusos, brindan al film una sensación de realismo y nos sumergen en la cotidianidad de la vida en el espacio. Klim Shipenko asumió múltiples roles durante el rodaje espacial: director, camarógrafo, iluminador y sonidista. Capturó 30 horas de material, de las cuales 50 minutos fueron utilizados en el montaje final. Tanto él como Peresild se sometieron a un riguroso entrenamiento de cuatro meses antes de embarcarse en esta aventura.
Desde el inicio, la película consigue captar nuestra atención con una historia que es a la vez emocionante y profundamente humana. Zhenya no solo enfrenta el inmenso desafío profesional de operar en el espacio, sino que también lidia con conflictos personales y familiares en la Tierra. Esta dualidad añade profundidad al personaje y nos permite conectarnos con sus motivaciones y temores.
Algunos críticos han señalado que el film peca de ser excesivamente melodramático. Sin embargo, desde mi perspectiva, este componente dramático enriquece la trama y aporta una dimensión emocional que va más allá del mero espectáculo espacial. La tensión entre los deberes profesionales y los problemas personales de Zhenya ofrece una narrativa más completa y resonante.
La película nos invita a reflexionar sobre nuestras propias decisiones y límites. Personalmente, me hizo cuestionar si estaría dispuesto a aceptar una oportunidad de tal magnitud como viajar al espacio en una situación de emergencia. Creo que muchos compartirían el sentimiento de aventura y la inevitable duda que una propuesta así generaría.
En cuanto a los aspectos técnicos, es impecable. Los efectos especiales son impresionantes, realistas y están utilizados con mesura, evitando caer en exageraciones innecesarias. Las escenas filmadas en el espacio son visualmente impactantes y logran transmitir la inmensidad y maravilla del universo. La cinematografía espacial es uno de los puntos más fuertes del film, convirtiéndose en un logro significativo para la industria cinematográfica rusa.
Las actuaciones son sólidas y creíbles. Yulia Peresild brilla en su papel, ofreciendo una interpretación que equilibra vulnerabilidad y determinación. Incluso los cosmonautas, sin ser actores profesionales, aportan actuaciones naturales que suman autenticidad a la historia. Sin duda, una película que mantiene al espectador enganchado de principio a fin. Su combinación de drama humano y espectacularidad espacial la convierte en una experiencia cinematográfica notable. Es una obra que no solo entretiene, sino que también celebra el ingenio y la valentía humanos.
En conclusión, recomiendo esta película a quienes disfrutan del cine de calidad, especialmente si son aficionados al género espacial o seguidores del cine ruso. "El desafío" no solo es un hito por su producción en el espacio, sino también por la forma en que entrelaza el drama personal con una narrativa de rescate y supervivencia.
Por todo lo expuesto, le otorgo una calificación de tres y media estrellas sobre cinco. Es una propuesta cinematográfica que vale la pena explorar y que seguramente dejará una huella en la historia del cine mundial.