23 Oct
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"La Reina de la Soja" es una obra que nos lleva a un viaje profundo y revelador, donde se entrelazan la belleza hegemónica, el monocultivo y la vida de una adolescente en los años noventa. Valeria Ré, la autora y protagonista, narra su experiencia al ser elegida Reina Nacional de la Soja en 2008, en un momento crucial para Argentina. La obra no solo explora su historia personal, sino que también plantea interrogantes sobre el cuerpo y el territorio, en un contexto donde el glamour y la realidad parecen chocar. 

Valeria decidió revivir su pasado a través de documentos y relatos orales. Su intención no era simplemente recordar, sino hacer una crítica a ese modelo de belleza que, al igual que el monocultivo, impone estándares y condiciones. Esta obra se presenta en el Espacio Polonia (Fitz Roy 1477), los viernes a las 22:30hs hasta el fin de mes en su tercera temporada. Donde se puede sentir la conexión entre el público y la historia que se despliega en el escenario. 



La trama gira en torno a su vida en Arequito, un pueblo en el corazón de la producción sojera. Valeria no solo cuenta su historia, sino que también nos invita a reflexionar sobre las presiones que enfrentan las jóvenes en concursos de belleza. Las voces en off de actores como Norman Briski y Fabiana Volonté añaden capas de emoción y contexto, creando un ambiente íntimo y reflexivo. 

La técnica utilizada en este unipersonal es fascinante. Se combinan elementos del biodrama y del teatro documental. Valeria usa material de archivo, como videos familiares, para reconstruir su historia. Este enfoque permite que el público no solo vea, sino que sienta. Las proyecciones de su infancia y adolescencia aportan un valor emocional que transforma la experiencia en algo más que un relato personal. Es una crítica social envuelta en nostalgia. 

La dirección es minimalista pero efectiva. Los elementos escénicos son pocos, pero cada uno está cargado de simbolismo. En una obra donde se habla de reinas, los personajes se multiplican: la reina del maíz, la del zapallo... Sin embargo, la "Reina de la Soja" es la que resuena con más fuerza, mostrando la complejidad de ser una figura pública en un mundo que exige perfección. 

A medida que la obra avanza, la historia se torna más cruda. La Valeria adolescente, que una vez brilló con su corona, ahora enfrenta la devastación del campo argentino. Las anécdotas que antes causaban risa, ahora traen preocupación. La actriz nos muestra cómo los incendios y el uso de agrotóxicos contaminan su realidad. Este cambio en el tono nos hace reflexionar sobre el impacto de la industria en nuestras vidas. 

A través de sus relatos, Valeria nos invita a cuestionar lo que significa ser reina. La presión sobre las jóvenes para cumplir con ciertos estándares puede llevarlas a una rutina vacía. Su viaje es un recordatorio de que detrás de cada sonrisa y cada cetro, hay historias de lucha y contradicciones. 

La obra no solo es un testimonio, sino también un llamado a la reflexión. Valeria logra, con su actuación, crear un espacio donde el público puede cuestionar el modelo de belleza y la relación con la tierra. Hay momentos en los que ella se dirige directamente a la audiencia, generando un diálogo espontáneo que invita a una discusión más amplia sobre la realidad que enfrentamos. 



El cierre es poderoso, ya que su protagonista se transforma, dejando atrás la imagen de la niña que soñaba con ser modelo. Ahora, se presenta como una mujer que busca reinventar su mundo, que sigue bailando, pero con un propósito. En medio de la desolación, ella nos contagia un rayo de esperanza. 

En definitiva, "La Reina de la Soja" es una obra que va más allá del escenario. Es un grito de una generación que necesita reconciliarse con su pasado y enfrentar su presente. Valeria Ré ofrece una mirada crítica que resuena con muchos de nosotros. Nos recuerda que, aunque las coronas pueden brillar, lo que realmente importa es la historia que llevamos dentro.



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