El Teatro Border se convierte en escenario de un drama que nos golpea de cerca. “La vergüenza”, la nueva obra de Patricia Suárez, no es una pieza más. Es un espejo que nos muestra los límites de los prejuicios y la ignorancia. A través de una historia real, nos hace preguntas duras, que nos dejan pensando.
La obra nos lleva a la Buenos Aires de 1960. Allí conocemos a la familia Benoliel. José es un comerciante judío que quiere que su hijo, Marcos, siga con el negocio. Pero hay algo que no encaja. Marcos es un adolescente tímido. Sus padres, José y Rosa, sospechan que es homosexual. Para ellos, la homosexualidad no es una opción; es un problema, una deshonra que deben resolver. Deciden buscar ayuda. Y encuentran un médico, un supuesto “curador” que promete “arreglar” a su hijo. Lo que no saben es la verdad detrás de ese hombre. Se trata de un criminal de guerra nazi. Alguien que fue ayudante de Josef Mengele en Auschwitz y que se escondió en la Argentina. Ahí está la fuerza de la obra. Patricia Suárez, una de las autoras argentinas más representadas, expone una paradoja tremenda: una familia judía, afectada por la historia más dolorosa, busca ayuda en un monstruo de esa misma historia. La dualidad de su texto es lo que atrapa.
El director, Claudio Aprile, supo cómo llevar esta historia al escenario. El elenco se luce en cada escena. Fabio Aste y Silvina Katz, en los papeles de José y Rosa, demuestran su calidad. Sus actuaciones son convincentes, llenas de matices. Transmiten el dolor y la confusión de sus personajes. Aste, en especial, logra una emotividad que se destaca. A su lado, el joven Felipe Villamil, que interpreta a Marcos, se muestra seguro y con gran talento. Logra transmitir la vulnerabilidad del personaje, sin exagerar. La obra se apoya en un texto fuerte, sin medias tintas. Esto hace que las actuaciones necesiten fuerza y, sobre todo, verdad. Y el elenco lo logra con creces.
Patricia Suárez escribió "La vergüenza" en 2012, a pedido del director Nacho Steinberg. La obra se estrenó en un momento. Y hoy vuelve, en un contexto político que le da un nuevo sentido. La autora lo dejó claro: con el auge de las derechas y ultraderechas, temas como el racismo, el antisemitismo o la diversidad sexual vuelven a ponerse en primer plano. El informe de crímenes de odio del Observatorio Nacional LGBT+ y la Federación Argentina LGBT nos lo confirma: los ataques contra la comunidad LGBTIQ+ aumentaron de forma alarmante. El teatro, entonces, se convierte en una herramienta. Una forma de pensar sobre un pasado que, aunque parezca lejano, deja huellas en el presente. La obra nos hace reflexionar sobre el odio y la intolerancia. A veces, las personas buscan un “otro” para culpar de sus problemas. La obra de Suárez nos muestra ese mecanismo. La necesidad de señalar al diferente, al que no es igual. "La vergüenza" no es una obra para entretener, es una obra que incomoda. Y eso es lo que la hace tan valiosa. Nos pone frente a nuestras propias ideas. Nos pregunta si seríamos capaces de llegar a un límite así. La historia de Marcos nos muestra que los derechos no se consiguieron de forma mágica. Costaron sangre, dolor y esfuerzo. Nos recuerda que la diversidad y la pluralidad nos hacen mejores como sociedad.
La obra usa proyecciones audiovisuales que ayudan a ubicar la historia en su época. Estas imágenes, que se ven al fondo del escenario, funcionan como una especie de marco para cada escena. Sin embargo, a veces parece que la historia tiene más fuerza cuando se queda en lo íntimo, en el drama de los personajes. “La vergüenza” es un grito, una voz que no podemos ignorar. Es una invitación a mirar de frente a los prejuicios. El teatro, una vez más, nos recuerda su poder.
“La vergüenza” se presenta los lunes a las 21 horas en el Teatro Border, Godoy Cruz 1838. Las entradas se pueden comprar en la boletería del teatro o en su página web.
Dramaturgia: Patricia SuárezActúan: Fabio Aste, Silvina Katz, Fabián Arenillas, Felipe VillamilMúsica original: Sergio PerottiEscenografía y vestuario: Ana Díaz TaiboDiseño de imágenes: Emanuel MahlerAnimaciones: Joaquín Prieto RamírezMarketing digital: Circulo Virtuoso AgenciaComunicación y prensa: Mutuverría PRAsistencia: Laura Quiroga, Belén GuerreroProducción: Patricio Rodríguez SorianoDirección: Claudio Aprile
Duración: 75 minutos