En el Espacio Callejón, en el corazón del Abasto, “Donde Quieras Estar” ofrece un respiro. La obra, escrita por Federico Buso y dirigida por Martín Goldber, no cuenta una historia con principio y final. Es un diálogo, un momento detenido, un banco de plaza donde dos amigos charlan y se miran a los ojos. No busca grandes conflictos ni respuestas fáciles. Invita a sentarse y sentir el presente, ese instante que no vuelve.
María y Pedro, los protagonistas, se encuentran en un parque. Hablan de la vida, de lo que fue, de lo que es. No hay una trama clásica. Los temas surgen de la charla: el pasado, la negación, el lugar donde uno se siente vivo. Un sandwichero que pasa, un parlante que suena, todo sirve para meter preguntas profundas. El texto de Buso mezcla lo cotidiano con lo poético. Las palabras arman un clima que parece un sueño, pero con los pies en la tierra. La escenografía, un cuadrado simple con una silla, crea un mundo pequeño, íntimo, donde el tiempo se estira o se detiene.
Goldber dirige con mano firme. Busca que los actores estén presentes, que habiten el momento. La puesta mezcla quietud con movimiento. Los personajes caminan, se sientan, se tiran al piso. Acciones simples que cargan emoción. La luz, diseñada por Sebastián Francia, pasa de tonos cálidos a negros profundos para marcar el paso del tiempo. La música original de Lucas Sebastián Ramírez envuelve la escena, da textura, acompaña el silencio o lo rompe. Todo está pensado para que el público sienta, no solo mire.
Federico Buso y Silvina Katz encarnan a Pedro y María. Él, más melancólico, aferrado a sus recuerdos. Ella, desencantada, encuentra refugio en la compañía. Los dos actores brillan. Katz usa el cuerpo para mostrar a una mujer que carga su historia en los hombros. Sentada en la silla, de pie, o caminando, dice todo sin hablar. Buso carga sus palabras con fuerza, como si recitara un poema largo, vivo. Juntos crean un equilibrio que pasa de la risa a la emoción cruda. El público se ríe, se calla, se conmueve. No hace falta entender cada palabra para sentir el peso de lo que dicen.
El equipo técnico completa la magia. Alicia Leloutre y Agustín Justo Yoshimoto arman una escenografía minimalista pero precisa. Jose Escobar diseña el vestuario, sencillo, como la vida misma. Cada detalle suma al clima de la obra, que no grita, pero pega hondo. Es un trabajo colectivo, donde cada pieza encaja para sostener la atmósfera.
“Donde Quieras Estar” no da respuestas. No las necesita. Deja al público con una mezcla de ternura y preguntas. Algunos salen contentos sin haber entendido todo. Y está bien. En un mundo que empuja a explicar cada segundo, esta obra es un corte, un permiso para detenerse. Es teatro que no quiere venderte nada, solo compartir un momento.
La obra habla de los vínculos. En una ciudad como Buenos Aires, donde todos corren, recuerda la importancia de mirar al otro. María y Pedro no resuelven la vida en sus charlas, pero se acompañan. Y eso basta. La pieza muestra que el cambio, si llega, es colectivo. Que no estamos solos, aunque a veces lo parezca. Es un recordatorio de que la amistad, lo simple, sigue siendo un refugio.
En la cartelera porteña, “Donde Quieras Estar” destaca. No por ser ruidosa, sino por su delicadeza. Las actuaciones de Katz y Buso conmueven. El texto de Buso acaricia. La dirección de Goldber transforma un banco de plaza en un escenario donde lo cotidiano se vuelve poesía. Es una obra para ir un miércoles, después del trabajo, y salir con el pecho un poco más liviano. Un momento para respirar, para sentir, para recordar que la belleza está en las cosas chiquitas.
Sala: Espacio Callejón
Dirección: Humahuaca 3759, Capital Federal, Buenos Aires, Argentina
Entrada: $18.000
Horario: Miércoles, 20:30 hs
Duración de la obra en cartelera: Hasta el 29/10/2025