10 Nov
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El Estadio River Plate vivió dos jornadas épicas. Más de ciento veinte mil personas coparon el recinto para celebrar el paso de Dua Lipa por Argentina, en lo que representó uno de los acontecimientos musicales más convocantes del año. La estrella británica desembarcó con su Radical Optimism Tour y dejó una huella imborrable en el público porteño. 

La cantante regresó al país después de casi dos años de ausencia. Su última visita había dejado un sabor a poco, y esta vez vino decidida a ofrecer un espectáculo de dimensiones mayúsculas. La producción, a cargo de DF Entertainment, desplegó una puesta escénica de nivel internacional: visuales hipnóticos, efectos de iluminación sofisticados y coreografías que demostraron el crecimiento artístico de la intérprete. 

Cada función superó las dos horas de duración. El repertorio incluyó éxitos que marcaron su carrera: "Training Season", "End of an Era", "Break My Heart", "One Kiss" y "Levitating" formaron parte de un recorrido que atravesó sus tres álbumes de estudio. Los clásicos "Physical", "Hallucinate", "Love Again", "New Rules" y "Don't Start Now" encendieron al público, mientras que "Dance the Night" y "Houdini" coronaron el cierre con una explosión de energía. 



El gesto que emocionó a todos

Pero hubo algo más que la música. Dua Lipa sorprendió con un detalle que trascendió lo musical y tocó fibras profundas del público argentino. Fiel a su costumbre de homenajear la cultura local en cada país donde se presenta, la artista eligió interpretar canciones emblemáticas del rock y el pop nacional. 

La primera noche cantó "De Música Ligera", el himno de Soda Stereo que compuso Gustavo Cerati. La segunda velada dedicó su cover a "Tu misterioso alguien", el hit de Miranda! que Ale Sergi y Juliana Gattas popularizaron. En ambas ocasiones, ejecutó las letras con una precisión que reveló su preparación: hace poco, la cantante había anunciado en sus redes sociales que completó un curso de español, y el resultado quedó a la vista. 

No se trató de una simple imitación. Dua Lipa imprimió su sello personal, su actitud y su estilo particular a cada tema. La ovación fue unánime. Las redes sociales se inundaron de videos y comentarios que celebraron el respeto que mostró hacia el patrimonio musical argentino. Para muchos, ese gesto representó un puente entre culturas, un reconocimiento genuino que fortaleció el vínculo entre la artista y su audiencia. 


Fotos: Irish Suarez (@facu_suarez)


Cercanía y calidez sobre el escenario

A lo largo de ambas noches, la británica desplegó una actitud cálida que contrastó con la magnitud del espectáculo. Entre canción y canción, se dirigió al público en español. Frases como "Los quiero mucho" o "Amo Buenos Aires" resonaron en el estadio y fueron recibidas con euforia. En varios momentos, descendió del escenario para conversar con los fanáticos, tomarse selfies y compartir instantes de cercanía que rompieron la distancia habitual entre estrella y admirador. 

Esa espontaneidad marcó la diferencia. Dua Lipa no se conformó con ofrecer un show técnicamente impecable; buscó conectar, emocionar, generar una experiencia memorable que trascendiera lo meramente profesional. El público respondió con una entrega total, transformando el Monumental en un espacio donde la música, el baile y la emoción se fusionaron en una celebración auténtica del pop contemporáneo. 


Una artista en pleno ascenso

Dua Lipa nació en Londres hace treinta años, pero su origen anglo-albanés define buena parte de su identidad. Creció rodeada de música: su padre, Dukagjin Lipa, fue guitarrista de Oda, una banda de rock kosovar que se disolvió en 1998. La familia se mudó a Pristina durante la década del 2000, y allí la joven artista conectó con sus raíces, aunque también descubrió los horrores que esa región había atravesado en los años noventa. 

Desde temprana edad, supo que la música sería su camino. A los catorce años comenzó a subir covers a YouTube, versionando a artistas como Nelly Furtado y P!nk. Su primer concierto, a los trece, fue de Method Man y Redman, una experiencia que intensificó su pasión por el hip-hop y el pop. Sin embargo, comprendió que Pristina no ofrecía las oportunidades que necesitaba. A los quince regresó a Londres con un objetivo claro: proyectar su talento a escala global. 

En 2014 firmó su primer contrato discográfico. Su álbum debut, lanzado en 2017, alcanzó el número uno en Reino Unido con temas como "New Rules" y "Be the One", iniciando una trayectoria meteórica que la posicionó entre las grandes figuras del pop mundial. 


Fotos: Irish Suarez (@facu_suarez)


La despedida y la promesa

El Radical Optimism Tour encontró en Argentina el escenario perfecto. Dos noches que confirmaron el dominio escénico de Dua Lipa, su capacidad para ofrecer un espectáculo internacional sin perder el contacto humano con su audiencia. 

La despedida incluyó fuegos artificiales, ovaciones interminables y una promesa implícita que todos esperan ver cumplida: un nuevo regreso a un país que la adora y que, esta vez, recibió mucho más que un concierto. Recibió un homenaje, un abrazo cultural y una noche que quedará grabada en la memoria colectiva de quienes estuvieron presentes.




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