25 Aug
25Aug

La obra "La Sirena, un recuerdo imaginado", escrita y protagonizada por Flor Marsal, emerge como un testimonio conmovedor sobre la amistad y el duelo. Con un enfoque que trasciende el dolor o la perdida, la pieza se convierte en una celebración de la vida y el arte. Esta producción no solo narra una historia personal, sino que también invita al espectador a reflexionar sobre la conexión humana en un contexto de desconsuelo.


El símbolo que funciona

La trama se centra en la relación entre Flor y Effy Beth, una artista trans que falleció a los 25 años. La historia comienza en la escuela secundaria, un refugio donde ambas encontraron la diversidad y el apoyo necesario para florecer. Effy, con su singular visión del mundo, se convierte en el símbolo de una vida que desafía las normas. 

Este paralelo con la realidad social actual resuena profundamente, ya que la obra aborda las luchas que enfrentan quienes se atreven a ser diferentes. La figura de la sirena, que habita entre dos mundos, se convierte en una metáfora poderosa de la búsqueda de identidad y aceptación.



Teatro que toca

En cuanto a la dramaturgia, la escritura de Marsal se destaca por su sensibilidad y profundidad. La obra no busca dramatizar ni explicar, sino que se enfoca en mostrar la complejidad de una amistad auténtica. La dirección se caracteriza por una estética cuidada y una narración fluida. Cada elemento escénico, desde la iluminación hasta el sonido, se integra de manera armoniosa, creando una atmósfera envolvente que transporta al público a ese mundo acuático donde se desarrolla la historia.


La reacción del público

El público, al finalizar la función, se encuentra tocado por la historia. Muchos pueden no haber conocido a Effy, pero la obra logra transmitir su esencia y el impacto que tuvo en la vida de su amiga. Este es el poder del teatro: convertir lo personal en universal. La obra evoca reflexiones sobre las propias pérdidas y amistades, generando una conexión emocional que trasciende la sala.

Las actuaciones son uno de los pilares de esta propuesta. Flor Marsal se luce con una interpretación visceral, donde su cuerpo y voz transmiten las emociones de manera realista. La ductilidad de Valentín Mederos, quien también se encarga de la operación técnica, añade una dimensión única a la experiencia. Juntos, crean una química palpable, llevando al espectador a experimentar los altibajos de su relación. La obra logra equilibrar momentos de humor y tragedia, manteniendo al público en constante tensión emocional. 

El uso de recursos escénicos es magistral. La técnica del retroproyector, que genera un entorno acuático, se convierte en un personaje más que acompaña la narración. Las proyecciones en vivo, que se despliegan con una belleza cromática, enriquecen la experiencia visual, mientras que los efectos sonoros complementan el enfoque sensorial. Esta combinación de elementos técnicos y artísticos resulta en un espectáculo que atrapa y conmueve.



El valor de contar

"La Sirena, un recuerdo imaginado" plantea preguntas sobre la memoria y el significado de los recuerdos. La obra no busca respuestas definitivas, sino que invita a contemplar la amistad como un modo de honrar un legado. Este mensaje se transmite a través de una poética que se siente auténtica y honesta. 

Los momentos en que los actores se convierten en ellos mismos, disfrutando de la creación, añaden una textura especial a la obra. Esta espontaneidad resalta la naturaleza viva del teatro, donde cada representación se transforma en un acto de celebración. El desarrollo escénico fluye con una delicadeza que mantiene al espectador cautivo, sin caer en la melancolía excesiva. 

En la sala teatral El Extranjero (Valentín Gómez 3378), los sábados a las 20hs en agosto,  y los domingos a las 18 hs, desde el 7 de septiembre. Vale la pena ir, ya que es una experiencia que vale la pena vivir.



Idea
y

texto:
Florencia Marsal
Actúan:
Florencia Marsal, Valentín Mederos
Vestuario:
Rita Fiscela, Florencia Marsal
Diseño de escenografía:
Ritmo Teatro
Operación técnica:
Valentín Mederos
Diseño De Iluminación:
Ritmo Teatro
Fotografía:
Cesar Capasso
Arte Gráfico:
Cesar Capasso
Asistencia De Producción:
Rita Fiscela
Asistencia de dirección:
Rita Fiscela
Producción general:
Ritmo Teatro
Colaboración en dramaturgia:
Lucía Panno
Dirección:
Florencia Marsal, Valentín Mederos


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