31 Jul
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En tiempos donde las identidades se politizan hasta la asfixia, la propuesta de Mau Cugat llega como un respiro necesario. "Queerass(é): Acto 1. Cánticos de un cuerpo sin género" no es solo una obra de teatro experimental; es una declaración de guerra contra todo aquello que pretende encasillar lo humano en categorías rígidas.La artista cordobesa, quien desarrolló su carrera entre Europa y Argentina, trae a Buenos Aires una experiencia escénica que desafía tanto las convenciones teatrales como las certezas sobre el género y la identidad. En el espacio íntimo de Nos en Vera, Cugat construye un territorio donde lo performático se vuelve político y lo político se encarna con una vulnerabilidad desarmante.



El cuerpo como manifiesto

Lo que más impacta de esta propuesta es su capacidad para transformar la fragilidad en fortaleza. Suspendida entre telas y objetos que cortan, la performer no busca la comodidad del espectador sino su complicidad. El público, dispuesto en círculo, se convierte en testigo de una ceremonia donde el cuerpo desnudo bajo gasas transparentes funciona como un manifiesto viviente.

"No soy mi nombre y tú no eres nadie", proclama Cugat según testimonios de su presentación europea, y en esa negación radical encuentra una afirmación potente: la posibilidad de ser sin definirse, de existir en el tránsito permanente entre lo que fuimos y lo que podríamos llegar a ser.


Una estética de la resistencia

La propuesta visual de la obra dialoga con lenguajes diversos: el circo contemporáneo, la instalación artística, el teatro físico. Pero lejos de resultar ecléctica, esta hibridez responde a una necesidad expresiva específica: encontrar formas nuevas para contenidos que desbordan los marcos tradicionales.

La colaboración musical de Germán Caro Larsen y Milo Cabezas, junto al trabajo lumínico de Yann Le Roux, construyen un universo sensorial que acompaña sin domesticar la radicalidad de la propuesta. El resultado es una experiencia que interpela tanto desde lo estético como desde lo conceptual.


El riesgo como método

Hay algo profundamente honesto en la decisión de Cugat de trabajar con elementos cortantes y situaciones de riesgo real. No se trata de un efectismo gratuito sino de una coherencia poética: si el arte va a hablar de transformación, debe estar dispuesto a transformarse él mismo, a asumir la posibilidad del fracaso.

Esta obra se inscribe en una tradición del arte argentino que no teme incomodar, que entiende la creación como un acto de rebeldía necesaria. Desde las vanguardias históricas hasta las propuestas más contemporáneas, existe una línea de artistas que asumen el riesgo como parte indispensable del proceso creativo.

Una cita ineludible

"Queerass(é): Acto 1" llega a Buenos Aires en un momento especialmente relevante. En un contexto donde los derechos de las disidencias se encuentran bajo ataque, la propuesta de Cugat funciona como un recordatorio poético pero firme: los cuerpos que no se ajustan a las normas no solo existen, sino que tienen derecho a celebrarse y a crear nuevas formas de belleza.

La función única del 2 de agosto en Nos en Vera promete ser una de esas experiencias que marcan un antes y un después en la escena porteña. No es teatro para todos los públicos, pero sí para todos aquellos dispuestos a cuestionar sus propias certezas sobre el cuerpo, el género y las posibilidades del arte contemporáneo.

En una época donde lo queer se ha vuelto casi mainstream, Cugat recuerda que la verdadera subversión no está en la etiqueta sino en la capacidad de seguir preguntándose, de seguir transformándose, de seguir siendo un misterio incluso para uno mismo


"Queerass(é): Acto 1. Cánticos de un cuerpo sin género"
Sábado 2 de agosto, 20hs
Nos en Vera (Vera 1350, CABA)
Entradas: $15.000 anticipadas, $20.000 en puerta
Duración: 45 minutos
Recomendado para mayores de 16 años

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